Como ha venido siendo costumbre en los últimos años en la Parroquia Corazón de María de Los Curos, Mérida, se celebró el día de ayuno de pan y agua como ejercicio de celebración penitencial casi al culminar el tiempo de esta Cuaresma 2016.
El espacio reflexivo estuvo motivado y ambientado por la lectura del texto de Isaías 58, 1-12, el ayuno que Dios necesita, enmarcando la reflexión en el contexto del año de la misericordia para hacer un ayuno que nos comprometa como cristianos a practicar las obras de misericordia en nuestra vida ordinaria. El ayuno que Dios quiere es Misericordia, Justicia, Amor y Compartir con los hermanos y hermanas que sufren y necesitan de nosotros. Al finalizar la reflexión nos preguntamos con los participantes si estamos dispuestos a vivir y practicar este ayuno hoy desde la vivencia concreta de las obras de misericordia. Desde una motivación musical se tuvo un momento para interiorizar nuestra llamada al cambio y la conversión, por medio de un ejercicio de ensuciar nuestras manos en barro y lavarnos como ejercicio penitencial.
Durante la celebración participaron activamente los jóvenes del movimiento juvenil SOLDEDI y del grupo Juventud Eucarística con una danza litúrgica y una puesta en escena sobre el llamado a la conversión y a practicar el amor misericordioso de Dios. Igualmente se hizo una escena en vivo de la última cena.